Uso de citas (APA)
Tenemos que hablar de las citas y el formato APA. Sí, ha llegado el momento de dejar a un lado la creatividad y ponernos super rígidos. Esta probablemente sea la entrada menos interesante de esta serie, pero quizá llegue a ser la más útil. Hasta ahora siempre he dicho que puedes adaptar, modificar y jugar con todo lo que veas aquí. Pero cuando hablamos del formato APA no nos queda más que remitirnos al manual y seguir sus instrucciones al pie de la letra.
Antes de seguir,
quisiera dedicar algunas líneas para decir que el formato APA me parece una
decisión editorial brillante que deberíamos aprender a usar. ¿Por qué
defendería la parte más aburrida y menos creativa del proceso? Porque el
formato APA está allí para hacernos la vida muchísimo más simple y fácil, tanto
a los lectores como a los escritores. Después de todo, una vez que conocemos
las reglas del formato nos damos cuenta de que nos está regalando indicadores
visuales que nos permiten orientarnos en el texto de una manera que sólo puede
lograrlo un consenso editorial de esa magnitud. ¿Quieres saber si eso que está
siendo citado es un libro, artículo, video, tweet o cualquier otra cosa?
¿Necesitas el doi para buscar y descargar el artículo que acaban de citar? ¿Este
apartado está subordinado al anterior o es independiente? ¿El libro existe en
formato electrónico? ¿La información citada es todavía relevante? ¿Eso es una
cita o una paráfrasis? Todo eso lo puedes saber con una ojeada.
Hablo de formato
y no sólo de citación en APA porque una buena parte del manual está dedicada a
detalles relacionados con la tipografía, el tamaño de la fuente, espaciados, el
uso de sangrías, títulos, subtítulos, pies de página, tablas, y prácticamente
cualquier cosa que necesites saber sobre qué formato darle a tu texto. La forma
de citar y hacer referencias es lo más conocido porque no siempre te van a
pedir que respetes todo el formato – esto suele ser una decisión que a veces
depende del ahorro de papel, la facilidad de lectura, el formato editorial,
entre otros- mientras que seguramente tengas que aprender a citar de acuerdo
con las directrices de la APA. Esto es en realidad muchísimo más fácil de lo
que parece, basta con poner atención en el uso de sangrías, cursivas, signos de
puntuación y espacios, imitando los lineamientos del manual.
La mejor forma de
familiarizarse con este formato es usándolo y leyendo artículos que lo usen
–prácticamente cualquier paper que encuentres va a estar en formato APA. No es necesario que memorices todas sus
reglas, porque además suele cambiar cada cierto número de años, sino que lo
mejor es tener una Guía APA de la última edición a la mano. Te dejo algunos
recursos que seguramente te serán útiles:
Guía APA de la
séptima edición: https://normas-apa.org/wp-content/uploads/Guia-Normas-APA-7ma-edicion.pdf
En https://normas-apa.org/ puedes encontrar todo tipo de recursos y
ejemplos de cómo hacer tus citas, referencias y formato.
Fuentes de
información
El formato APA
nos permite citar prácticamente cualquier cosa que se nos ocurra: artículos
científicos, libros, artículos periodísticos, videos, canciones, blogs, posts,
tweets, películas, documentales, entrevistas, emails, clases, páginas web, y
hasta la conversación que tuviste ayer con tu terapeuta. Eso no quiere decir
que todo eso sea pertinente ni información confiable para nuestra
investigación. Tampoco quiero dar la falsa idea de que sólo deberíamos usar
información de fuentes confiables porque no es del todo cierto. El hecho de que
exista la posibilidad de citar el último tweet de tu influencer favorito en
formato APA nos habla ya de que es posible usar fuentes de información a las
que voy a poner el nombre de “pertinentes” para diferenciarlas de las
confiables. Supongamos por ejemplo que quiero hablar acerca del machismo y de
cómo éste ha permeado en nuestra cultura; en ese caso, tendría que usar
ciertamente fuentes confiables, de autoras que hayan escrito papers y libros
sobre el tema, pero también podría citar como ejemplo uno de los tweets de
Luisito Comunica, no porque él sea una autoridad en el tema, sino porque
ejemplifica el tipo de conducta de la que estaría hablando en mi
ensayo/tesis/investigación. Otro ejemplo de fuente pertinente podría ser un
artículo de Wikipedia, que no es una fuente confiable pero, como bien dice
Martínez-Robles (2017), es un buen reflejo de la vox populi y puede darnos una
muy buena idea de cuál es la convención social mainstream acerca de nuestro
tema (en el caso de que eso sea algo que nos interese subrayar).
Ahora bien, ¿cómo
podemos distinguir una fuente confiable de una no tan confiable? Lo primero que
tendríamos que saber es que existen distintos grados de validez en las fuentes
de información que usamos, y esto va a depender del área del conocimiento en la
que nos estemos especializando. Hago esta aclaración porque si estás estudiando
psicoterapia y quieres buscar un metaanálisis de tu tema de investigación
probablemente te topes con que el último realizado tiene ya varios años de
haber sido publicado, que no existe tal cosa, o que el resultado del
meta-análisis no sea conclusivo; en cambio, si tu objeto de estudio se presta
más para la experimentación seguramente lo tengas más fácil. Debido a que la
mayor parte de las personas que visitan este blog se encuentran en la primera
situación, y a que éste es mi campo, voy a hablar de la confiabilidad de las
fuentes que podemos consultar si estamos investigando cualquier cosa
relacionada a la psicoterapia. Vayamos por partes.
Empezando por lo más básico, es importante hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Quién lo dijo o escribió y en qué contexto?
- ¿Conocemos al autor o es un texto anónimo?
- ¿El autor es un experto en el tema?
- ¿La fuente es una editorial o institución especializada?
Un texto con un
autor que es experto en el tema, publicado en un sitio de confianza y de manera
formal -esto es, como artículo o libro-, es preferible a un texto anónimo
publicado en Reddit. Si no conocemos al autor, la editorial o la revista,
podemos simplemente buscar más información sobre nuestra fuente. Una vez que
hemos encontrado respuestas satisfactorias a esas preguntas, podemos pasar a
hablar de fuentes específicas.
Las psicoterapias o terapias conversacionales se basan en una teoría sobre el comportamiento, el pensamiento, la emocionalidad y la experiencia humana. Esto quiere decir que basamos nuestra práctica en una serie de hipótesis, teorías, filosofía, metáforas y creencias sobre qué es ser humano. La psicoterapia no es una ciencia, sino que se informa de varias disciplinas científicas y filosóficas. Esto nos lleva a que podemos usar varios tipos distintos de fuentes de información en nuestras revisiones bibliográficas, y de hecho una forma de fortalecer nuestros marcos teóricos es ampliando la variedad de fuentes que usemos – siempre que esto sea pertinente y coherente. Veamos algunas de las posibilidades más comunes:
- Teoría psicoterapéutica: aquí entran todas las fuentes que nos hablen sobre la teoría de nuestro enfoque terapéutico o de otros modelos. La mayoría de la información confiable que vamos a encontrar al respecto está en libros, aunque podemos encontrar también algunos artículos.
- Investigaciones cuantitativas en psicoterapia, psicología y neurociencias: puedes buscar artículos científicos que investiguen aspectos muy puntuales del tema que estás tratando.
- Investigaciones cualitativas en psicoterapia y psicología: estudios de caso, investigaciones desde la teoría de campo, investigaciones desde la fenomenología, entre otras.
- Referentes filosóficos, sociológicos y antropológicos: puede ser que necesites ir más allá de la terapia y de la psicología hacia otras ramas del conocimiento que aborden tu tema de estudio. Si vas a hablar de terapia existencial, es casi seguro que te toca revisar filosofía.
Por último,
habría que distinguir entre las fuentes primarias, secundarias y terciarias.
Las fuentes primarias son investigaciones o teorizaciones originales, lo cual
no quiere decir que no han empleado otras fuentes; un ejemplo de fuentes
originales son las obras de Freud o de Heidegger. Las fuentes secundarias son
aquellas que hacen una revisión directa de las primarias; un ejemplo de fuente
secundaria sería el libro “Introducción a Heidegger” de Gianni Vattimo. Por
último, las fuentes terciarias (y vamos a parar aquí, pero podríamos seguir)
serían aquellas que usan principalmente fuentes secundarias; por ejemplo, si yo
escribiera una entrada sobre Heidegger sin haberlo leído y únicamente con la
información de Vattimo, estaría produciendo una fuente terciaria. Por lo
general, es mejor usar fuentes primarias y si acaso secundarias, evitando irnos
a las terciarias. Una buena manera de saber si estás leyendo desde una fuente
secundaria o terciaria es viendo si en ese fragmento que quieres usar del texto
el autor está citando una fuente primaria o secundaria; muchos textos mezclan
ambas.
Citas cortas
Una cita textual corta es aquella que toma tal cual lo dicho por alguien más (o por nosotros en otro texto) y que tiene una longitud menor a 40 palabras. Por lo general este tipo de citas se escriben dentro de un párrafo, ya que no es necesario colocarlas en otro sitio, y se colocan entre comillas para distinguirlas de lo que hemos escrito nosotros. Lo recomendable es que la cita sea pertinente para explicar, ejemplificar, clarificar o describir la idea principal del párrafo en que la estás colocando, y que hagas una breve introducción antes de ella, así como un comentario adicional después. La introducción previa puede ser algo tan simple como “De acuerdo con [Apellido del autor, fecha]”, si quieres darle énfasis al o les autores, o puedes usar una frase que introduzca la idea, si el énfasis está en el contenido. Un ejemplo sería:
Citas largas
Las citas
textuales largas son aquellas que toman un fragmento mayor a 40 palabras de
otro texto. A diferencia de las citas cortas, es necesario colocarlas en un
párrafo aparte, colocando una doble sangría y no se colocan entre comillas.
También es importante que sean pertinentes y que escribamos algo a manera de
introducción y comentario. Un ejemplo de una cita textual larga sería:
Aquí tendría normalmente algo más de texto antes de hacer
la introducción a la cita larga. Una forma de acercarnos a hablar en qué
consiste la terapia existencial es clarificando cuáles son sus elementos
principales y su objetivo, lo cual Spinelli resume de la siguiente manera:
La terapia, desde un punto de
vista existencial-fenomenológico, involucra una relación entre terapeuta y
cliente que explora y clarifica la experiencia de ser del cliente, con el
propósito de examinar aquellas ansiedades y aquellas decepciones (que son
expresadas o derivadas de manera única) que “hieren” o frustran la experiencia
de estar-en-el-mundo del cliente. (Spinelli, 1994, p. 185).
Como podemos observar, lo primero que destaca Spinelli
(1994) es la relación terapéutica, ya que ésta constituye la base de la terapia
existencial. Aquí seguiría normalmente con el resto del párrafo.
Si quisiéramos eliminar
un fragmento ya sea al principio o al final de una frase, podemos hacerlo
usando el símbolo […] para indicar que hemos recortado la frase. Esto puede
usarse para tergiversar información - y esa es una excelente razón para
obligarnos a indicar que estamos haciendo un recorte-, o para simplificar la
redacción, como en el siguiente caso:
De acuerdo con Spinelli (1994), la terapia existencial
fenomenológica
[…] involucra una relación entre terapeuta y cliente que explora y clarifica la experiencia de ser del cliente, con el propósito de examinar aquellas ansiedades y aquellas decepciones (que son expresadas o derivadas de manera única) que “hieren” o frustran la experiencia de estar-en-el-mundo del cliente. (Spinelli, 1994, p. 185).
Paráfrasis
Una paráfrasis
consiste en tomar una idea de otro texto y expresarla con tus propias palabras,
ya sea resumiéndola, mencionándola, o usándola para respaldar tus propias
ideas. Para el ejemplo voy a tomar una paráfrasis que hice arriba y voy a
reproducir también la cita textual; en este caso, estaba presentando una idea
que reconozco que me parecía un poco débil (usar Wikipedia como referencia es
un tema “delicado”), así que recordé un pie de página de un libro donde el
autor había hecho justo una aclaración de por qué estaba citando un artículo de
Wikipedia y decidí usarlo para respaldar mi propia opinión. Esto es a todas
luces un truco bastante mañoso, porque le estoy dando un respaldo de autoridad
a mi opinión con un pie de página de un libro que no vuelve en ningún momento a
tocar el tema que estoy referenciando (y que de hecho trata cuestiones muy
distintas y alejadas de ello). Lo estoy usando aquí para ejemplificar una
paráfrasis, para ejemplificar el uso correcto de una fuente “pertinente”, y
también porque quería poner en evidencia que las citas y referencias pueden
fácilmente usarse para jugar sucio – cosa que no recomiendo que hagas. Así que
ya sabes, si ves una cita respaldando una opinión cuestionable eso no la
absuelve de su status de opinión. Vayamos con el ejemplo:
Otro ejemplo de fuente pertinente podría ser un artículo
de Wikipedia, que no es una fuente confiable pero, como bien dice
Martínez-Robles (2017), es un buen reflejo de la vox populi y puede darnos una
muy buena idea de cuál es la convención social mainstream acerca de nuestro
tema (en el caso de que eso sea algo que nos interese subrayar).
La cita textual
del pie de página es la siguiente:
Elegí investigar los términos “terapia” y “psicoterapia” en la Wikipedia
(enero 2016), por ser uno de los lugares más comunes en los que, hoy en día,
miles de personas buscan información sobre algún tema al que se acercan por
primera vez. Además, al ser un medio desarrollado por los propios usuarios, de
alguna manera nos señala lo que dice la vox populi, que es justo sobre
lo que deseo reflexionar -podemos recordar aquí que la expresión completa era: vox
populi, vox Dei; lo que literalmente significa: la voz del pueblo, [es]
la voz de Dios-. (Martínez-Robles, 2017, p. 19).
Cuando hacemos
una paráfrasis no es necesario colocar el número de página ni usar comillas,
sino que simplemente colocamos el nombre del autor y después el año entre
paréntesis [Autor (año)], si estamos colocando el énfasis en el autor, o el
autor y el año entre paréntesis (Autor, año), si estamos enfocándonos en el
contenido. También podemos usarlas al recurrir a una idea compartida por varios
autores, haciendo referencia a cuáles de nuestras fuentes respaldan lo que
estamos afirmando. Este es un uso especialmente común en artículos y proyectos
de investigación, donde tenemos que hacer una revisión bibliográfica extensiva
que terminamos presentando en un espacio reducido. Un ejemplo de esto sería:
La terapia existencial fenomenológica es un modelo que
tiene una intención exploratoria, por lo que no busca modificar, curar ni
reparar al consultante (Martínez-Robles, 2017; Spinelli, 1994)
Lista de
referencias
Una lista de
referencias es donde colocas todo el material que usaste en tus citas y
paráfrasis a lo largo del texto. Es necesario que vaya en orden alfabético y
uses una sangría francesa; si no sabes cómo colocarla, puedes encontrar un tutorial aquí. No tienes que separar cada tipo de fuente, sino que
todas ellas van en la misma lista.
Aprovechando las
citas que he hecho arriba, te dejo un ejemplo de cómo se vería una lista de
referencias. Para el ejemplo, voy a usar el formato de la sexta edición y luego
el de la séptima, para subrayar los cambios entre ellas.
De acuerdo con la
sexta edición, la lista de referencias se haría de la siguiente manera:
Referencias
Hernando,
A. (2013). La fantasía de la individualidad. Madrid: Katz Editores.
Martínez-Robles,
Y. A. (2017). Terapia existencial. Teoría y práctica relacional para un
mundo post- cartesiano. Volumen 2. México: Círculo de Estudios en Psicoterapia
Existencial.
Spinelli,
E. (1994). Demystifying therapy. Great
Britain: PCCS Books.
Vattimo, G. (1986). Introducción a Heidegger.
México: Gedisa.
En la séptima
edición se ha decidido que no es necesario mencionar la ciudad en donde se
publicó el libro, por lo cual la lista quedaría de la siguiente manera:
Referencias
Hernando,
A. (2013). La fantasía de la individualidad. Katz Editores.
Martínez-Robles,
Y. A. (2017). Terapia existencial. Teoría y práctica relacional para un
mundo post- cartesiano. Volumen 2. Círculo de Estudios en Psicoterapia
Existencial.
Spinelli,
E. (1994). Demystifying therapy. PCCS Books.
Vattimo, G. (1986). Introducción a Heidegger.
Gedisa.
Puedes usar
generadores automáticos de referencias, como los que tienen Google Académico,
SciELO y otras plataformas, pero recuerda que es importante revisar que
realmente cumplan con los lineamientos necesarios, ya que suelen traer errores.
Herramientas
útiles para la investigación
Quiero dedicar un espacio de esta entrada para darte una lista de herramientas que pueden ser útiles, especialmente si estás en el proceso de realizar una tesis o si escribes con frecuencia ensayos o trabajos que requieran el uso del formato APA y la revisión de artículos científicos.
- Si estás en la universidad (o incluso si todavía conservas tu ID y password de estudiante), pregunta por los recursos digitales de la biblioteca. Es muy probable que tengan acceso a buscadores específicos de tu área que normalmente serían de paga. También es probable que tengan acceso a ebooks que puedes descargar de forma gratuita.
- Puedes usar la biblioteca digital de la UNAM: https://www.bidi.unam.mx/
- Usa Google Académico: https://scholar.google.es/
- Un complemento muy útil para obtener acceso gratuito a artículos de paga es SciHub; es un recurso que infringe las leyes de protección a los derechos de autor, por lo que ha cambiado varias veces de plataforma. Al ser un recurso claramente ilegal, no puedo recomendar abiertamente su uso, y probablemente tendría que ser tu último recurso. Así que voy a aconsejarte que no lo uses… y a dejarte el link actual: https://scihub.wikicn.top/
- Instala un gestor de referencias bibliográficas. Estos programas te ayudan a almacenar tus referencias en carpetas que puedes organizar de acuerdo al proyecto o al tema, incluso contienen generadores automáticos de citas y extensiones para tu navegador web y procesador de textos. El que yo uso se llama Zotero, es gratuito y puedes encontrarlo en: https://www.zotero.org/
- También podrías usar un archivo de Excel y convertirlo en un gestor manual de referencias
Eso cubre nuestro
tema de hoy, que ha sido la entrada más larga de la serie. He querido dedicarle
todo este espacio y ejemplos porque aprender a citar y a hacer referencias es
un elemento imprescindible en la escritura académica, y es el único que si desconocemos
por completo puede llegar a meternos en serios problemas. No citar cuando
estamos usando una parte del texto de otros es plagio, y en muchísimas
ocasiones quienes plagian no lo hacen con la intención de cometer un fraude
académico sino que simplemente no saben cómo citar correctamente. Así que si
tienes que hacer una cita, asegúrate de hacerla siguiendo todos los
lineamientos.
Si tienes alguna
pregunta, duda, comentario, sugerencia, o necesitas algo más, puedes dejar un
comentario.
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