Soy autista
Hace poco recibí un diagnóstico que llevaba años buscando sin saberlo del todo: soy autista. Fueron momentos de ir encajando lo que me decía Karla, la psicóloga que me evaluó, de querer correr para llegar a la conclusión pero esperar a escucharlo todo, y de sentir que de pronto había paz. Tenía mucho miedo de ese momento. Pensé que lloraría, que entraría en una crisis existencial, que me dolería. Pero lo que siento es alivio, calma, tranquilidad, orgullo. Es como si de pronto todo estuviera en su sitio. Tenía miedo de tener que enfrentarme a que he estado mintiéndome toda la vida y a tener que reconstruir mi identidad desde ceros, pero no se siente así. Lo que estoy sintiendo no es haber llegado a casa, sino que he estado en casa ya desde hace mucho tiempo, parafraseando a Ernesto Reaño. Luego de darme unos días para irlo asimilando, decidí que quería escribir esta entrada. Dudé mucho sobre si hacer pública o no mi identidad, por el capacitismo y el rechazo que vienen asociados a ell...